Cuando hablamos de promover buenas prácticas que nos permitan vivir mejor y en una sociedad más segura, es indispensable atender el problema de violencia contra la mujer. La cual se relaciona directamente con una distribución desigual de poder, resultando en relaciones asimétricas entre hombres y mujeres en la sociedad.
La violencia que viven las mujeres a lo largo de su vida proviene esencialmente de pautas culturales que determinan los modos de vida, así como de la desigualdad en prácticas cotidianas concretas.
En términos generales, podemos identificar algunos tipos de violencia contra la mujer a través de un conjunto de acciones que afectan de forma negativa ciertas dimensiones de su desarrollo, principalmente, aquellos que atentan contra su estado emocional o psicológico, físico, sexual, económico y patrimonial.
En Sonora, en el 2016, 8.7% de las mujeres de 15 años y más vivieron algún tipo de violencia en el ámbito familiar en los últimos 12 meses, de ellas: 74 293 vivieron violencia emocional o psicológica; 31 041 vivieron violencia física; 16 501 vivieron violencia sexual; y, 26 844 violencia económica o patrimonial, (ENDIREH, INEGI).
Incluso, diversos tipos de violencia pueden ocurrir de manera simultánea en los distintos espacios donde las personas interactúan, es decir, en los hogares, en los centros educativos, en el trabajo, en las instituciones públicas, en la comunidad, entre otros.
En Sonora, las denuncias por violación, en el primer semestre de cada año, van en aumento. Hermosillo, con 58 denuncias, es el municipio con mayor número de denuncias por este delito, es decir, 1 de cada 2 denuncias por violación corresponden a la capital.
Otro problema importante es la violencia familiar, en el primer semestre de 2020, en Sonora se presentaron 2,289 denuncias. Hermosillo concentra 55% de ellas con 1,252, ubicándose, así como el municipio de Sonora más violento para las familias.
La violencia de los hombres contra las mujeres no sólo es un problema que se perpetúa en nuestra sociedad, sino también un grave delito que atenta contra su derecho a la vida, a la seguridad, a la dignidad y a la integridad física y mental. De no atenderlo, obstaculizaremos el proceso hacia una mejor sociedad.