La frecuencia y agravación de los hechos delictivos nos ha empujado a buscar diversas medidas de seguridad, como colocar rejas en ventanas, instalar cámaras y alarmas en nuestras casas, sin embargo, no nos sentimos obligados a coordinarnos en una red vecinal con el objetivo de mejorar la seguridad en nuestras colonias y barrios de Hermosillo. Por el contrario, algunas actitudes de los hermosillenses provocan más fricción entre las personas que imposibilitan la oportunidad de construir una red de apoyo.
La última encuesta de percepción de inseguridad del INEGI, muestra que 7 de cada 10 hermosillenses tienen un conflicto con su vecino y al revisar las llamadas del centro alerta, no es difícil darse cuenta que la mayoría de ellas son debido a problemas por música alta, por estacionamiento o por descuidar a las mascotas.
Si logramos anteponer el respeto para organizarnos, tendríamos la gran oportunidad, no solo de no ocupar a la policía en asuntos irrelevantes, sino que juntos pondríamos un cerco a la delincuencia.
En países como Bolivia, Chile o incluso en unas colonias de la Ciudad de México se han implementado programas exitosos orientados a empoderar a los vecinos con la conformación de grupos de alerta vecinal por el chat de WhatsApp, logrando una vinculación ordenada con las autoridades y empujando corporaciones de policía más eficientes.
Pero para el buen funcionamiento de la red ciudadana y de esta herramienta de chat, es fundamental la participación activa y empatía entre los vecinos. El ciudadano que asuma el compromiso como presidente o coordinador de un grupo de WhatsApp debe coordinarse con la Policía Municipal para gestionar el servicio de alerta y participar en protocolos de acción para las distintas situaciones de riesgo. Además de establecer códigos de conducta y condiciones de uso de los grupos de alerta vecinal.
Hacer uso de la tecnología no solo para enterarnos sino para cuidarnos, es una gran oportunidad.
¿Y, si empezamos?
Por favor, dinos qué opinas de este tema, es importante para construir ciudadanía.