En los últimos años hemos sido testigos de cómo la incidencia delictiva se ha incrementado en el país y en nuestro entorno. De igual forma, los delitos de alto impacto -aquellos que más afectan a la sociedad- son cada vez más frecuentes, como es el caso de los asesinatos.
Pero hay otro fenómeno que recientemente se presenta con mayor frecuencia: la desaparición de personas. El tiempo que transcurre entre la última vez que vieron a una persona y cuando aparece puede ir desde horas hasta años, e inclusive no conocer nunca su paradero.
Las causas de que una persona desaparezca pueden obedecer a una decisión personal de alejarse de su círculo cercano o puede tratarse de una desaparición forzada. En el primer caso, la gran mayoría de las veces el tiempo de desaparición va desde unas horas hasta varios días. Pero en el segundo caso se trata de personas de las que difícilmente vuelven a ser vistas con vida.
Para dimensionar la magnitud de la situación, utilizamos las cifras del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) generaba hasta abril de 2018. Debido a que con la actual administración federal se creó la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, ahora es esta instancia la responsable de tal información. Cabe señalar que a esta fecha la base de datos actualizada no se encuentra disponible, por lo que la información es hasta abril de 2018.
Así, con base en la información del RNPED, de enero de 2010 a abril de 2018 se tenía registro de 36,265 personas desaparecidas en todo el país. En Sonora esta cifra ascendía a 1,978 personas y en el municipio de Hermosillo eran 528 de las que hasta abril de 2018 no habían sido localizadas.
A partir de 2013 el número de personas desaparecidas en el municipio de Hermosillo se incrementa de forma considerable. Ese año las personas desaparecidas en nuestro municipio superaron a todo lo registrado en los tres años previos. Para 2017 la situación es todavía más preocupante, ya que las 251 personas desaparecidas ese año se equipara con la sumatoria de las personas desaparecidas entre 2010 y 2016.
De las 528 personas desaparecidas en Hermosillo de enero de 2010 a abril de 2018, el 41% eran mujeres y el 59% hombres. Pero al analizar por grupo de edad, observamos que, del total de mujeres desaparecidas, el 46.1% tenían 17 años o menos. Es decir, casi la mitad de las mujeres desaparecidas eran menores de edad.
En el caso de los hombres, 8 de cada 10 desaparecidos eran adultos, y donde el grupo de edad con mayor incidencia es el que va de los 31 a 59 años.
La información disponible permite conocer que en el caso de las mujeres la población menor de edad presenta mayor incidencia de desapariciones, mientras que en el caso de los hombres son los adultos los que con mayor frecuencia son desaparecidos.
Es de suma importancia que la autoridad correspondiente actualice la estadística sobre personas desaparecidas. Como ciudadanos tenemos el derecho a estar informados y conocer la situación que guarda la seguridad pública en nuestro entorno.
Además, no podemos olvidar que cada persona desaparecida tiene a alguien que le busca desesperadamente.
Es inimaginable la angustia y el dolor que puede causar la incertidumbre sobre el paradero de un ser querido. Sin juzgar el motivo de la desaparición de una persona, reflexionemos sobre esta situación que permea en nuestra sociedad.